sábado, 24 de octubre de 2020

En roma, el suicidio de esclavos era frecuente pero estaba prohibido.

La inestabilidad adentro, tantas voces intentando persuadirme, las uñas clavadas en mis brazos, en mis piernas y no me dejan ir, no me dejan ir, no me dejan ir, no me dejan ir... Con la esperanza de que pueda servirles y yo en la lucha de convencerles de que no tengo nada más que dar. Voy perdiendo. Jalando mi cuerpo, jalando mi alma, nunca voy a lograr zafarme, no hay técnicas, nada que llevar a cabo, ¿Qué camino se toma cuando uno pierde la esperanza en la vida y también en la muerte?

Me tienen, me tienen y yo no tengo nada...

Dame silencio, un rato de silencio, una eternidad de silencio, de olvidar las palabras y las voces y los ruidos, de olvidar los argumentos, los textos y su gigantesco esfuerzo por retenerme, ¿Qué tan numerosas deben ser las razones para que aún persistan? ¿Qué tan fuertes los argumentos para aún pelear contra los suyos con todo en mi contra? 



lunes, 14 de septiembre de 2020

La pausa.

 Soy un remolino hoy. Uno que me ha estado esperando desde la adolescencia, uno que había estado esperando, que volviera a mí. 

Fui, una pausa. 

Fui, un intento. 

Pensando que sería diferente y no, soy un remolino de los intentos que he sido, soy un remolino de todas las cosas que no entiendo, que no entenderé. 

Soy la dulzura, soy la calma, soy la furia y soy la inmoralidad, ahogándose en las doctrinas que no he podido retener en la mente. Como si mis manos hechas garras supieran muy bien destrozar lo correcto, como si supieran muy bien echarlo a perder, y hundirme, siempre hundirme. 

Sé muy bien, que sobreviviré a mí, pero no sé si al tiempo...

Hay a mi alrededor mil verdades absurdas, cada una perfectamente justificada, cada una perfectamente organizada, cada una perfectamente coherente y yo, presa de los remolinos, no soy absurda, pero no tengo ni justificación, ni organización, ni coherencia, ni lugar en medio de las verdades.

Dando vueltas aquí, a toda velocidad en pensamientos que no puedo controlar, yo veo todas la señales de peligro, yo sé bien cuales son las cosas correctas y sé bien, que no es ahí donde pertenezco, pero sí que lo intenté... pero sí que lo quise así... pero sí que lo di todo de mí... tan solo en esa corta pausa...

jueves, 11 de junio de 2020

Secretos

Los secretos se anudan. Algunas personas están acostumbras a vivir así. No está mal, ojalá no fuera tan difícil. Pero es difícil no poder preguntar a nadie las inquietudes de la vida que se alejan de las respuesta binarias y tener en la mente un revuelto de ideas contradictorias entre sí. Sentir que todas son verdaderas y como si jalaran con todas sus fuerzas en todos los sentidos, y yo aquí en el medio, tratando de estirarme hacia todos lo lados, a punto de quebrarme, a punto de disolverme.

¿Qué de las cosas que nadie dice nada? ¿Que matan la cabeza de culpa y miedo y placer?