domingo, 30 de diciembre de 2012

Liberarme de ti.

Sabes, anoche no tenía ganas de nada, mientras estaba sentada aquí tomando un café espeso y oscuro, de esos que tu sabes, tanto odio, escuchaba música, que parecía tener un objetivo distinto en mí, me dolía todo, las ilusiones, el alma, el cuerpo, los ojos, el amor, el mundo... No quería estar aquí, pero entre mis opciones esta era la mejor, pero si hubiese sido por mí, hubiese corrido al parque que tanto me gusta, a... no sé, estar en silencio, a estar sin ti, pero tampoco soporté ver todo como si no hubiese nada que yo quisiera y fui a dormir.
Sabes, hace mucho tiempo no tenía un sueño tan reparador, tardé 2 o 3 horas en conciliar el sueño, hacía demasiado bochorno, pero demasiado frío.
Sabes, no esperaba, no quería que fuera así, pero dolió y habían lagrimas que solo salían, como si nada pudiese repararlo, más tenía seguro, es el fin. ¿Sabes por qué?  Porque no somos como esas parejas que terminan y vuelven, que hacen como si no pasara nada, porque eso es una cosas que más absurdas me parecen del amor  y porque además! no somos ni siquiera una pareja...
Me quedé dormida entre tantos pensamientos, desperté temprano, lo suficiente para ver el reflejo del sol asomándose, solo abrí mis ojos y entendí que había amanecido, permanecí allí sin hacer nada, ya no me dolían los ojos y el mundo no estaba desmoronándose como pensé que sería, me sentí liviana, tal vez y solo tal vez, tenías razón, necesitábamos liberarnos del otro... Observé el amanecer, me prepare para salir, todo como si no pasara nada, me vestí con colores alegres y use mi pañoleta azul, caminé por la calle cantando entre dientes algunas canciones, llevaba tus libros metidos en tu bolso, los llevaba colgando en mi mano y cada paso que daba me dolía tan fuerte.... Después de enviarlos, comí un helado y seguí caminando, aún más liviana, pensé que no había manera de sentirme mejor y empecé a caminar hacía atrás.
Sabes, no me lo esperaba, pero me sentí mejor, parecía que caminar de espaldas me curaba las heridas, que nada importaba, me pregunto si todas las personas hacen cosas como esta, solo actúan extraño porque les duele todo o si actúan como todos cuando se sienten mal, no lo entiendo, pero nadie tampoco a mi, las personas me observaban y me excusaba pensando en ti...
En la noche me peiné con trenzas, dormí estupendamente, cariño... desconocido, me duele decir esto, pero gracias, me siento mejor sin ti... aunque todo duele, tal vez, esta sería otra de las cosas que no entenderías de mi, fue una aventura estupenda y te quise como a nadie en el mundo, pero nada es eterno y siempre lo supe. Adiós.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Adiós... cariño.

Te envío lo ultimo que nos une, te envío un poco de soledad, un poco de sueños, un poco de tristeza, te envío un paquete de amor, un "te extrañaré" a ti y a tus ocurrencias. Te envío también un hoja casi en blanco, para que sepas cuando me duele.

Anexo: Tus 5 libros del señor de los anillos, tu chaqueta con mi aroma y tu aroma, tu mochila y un puñado de lagrimas de dolor que me costó sacar del corazón. Este es mi adiós....

domingo, 23 de diciembre de 2012

A donde?

Me siento sola, pensé que nadie debía pensar como yo, que eso no era necesario, pero siento vacío en el alma cada vez que soy una loca para todos los que me rodean, siento vacío cada vez que me parezco a todos y nadie se parece a mi, quiero buscar ahora a todas las miradas soñadoras que he visto en mi vida, pero no las encuentro, ya no están, no sé como de casualidad alguien puede llegar y pensar como yo, pero tengo eso en la mente, me detengo pensando en eso, como si el, igual que yo pasara todos los días pensando en la libertad, recorre su ciudad en bicicleta hasta la última calle y luego se siente demasiado débil para traspasar esa barrera, es como el pequeño lobo que solo ve la pared de luz y desea atravesarla pero no puede. 
Quiero correr lejos, quiero no volver, quiero echarme a volar sin mirar el riesgo, quiero cantar a gritos y que el mundo no escuche mi vida, no quiero ser feliz para siempre, quiero morir como en las películas en donde los protagonistas hacen y deshacen en el mundo pero al final mueren. Quiero conocer, liberarme de los sueños que la sociedad puso en mi boca para que fueran dignos de ser escuchados por los demás...
No quiero tener miedo, quiero tener valentía para superarlo, quiero sentir mi corazón latir libre como cuando sueño, quiero encontrar mi cabaña.. yo sé que existe.. yo sé que si, quiero conocer personas increibles, quiero ser una de ellas, no quiero llegar al final sin nada que contar más que lo que cuenta todo el mundo, y si tengo tantas cosas y no soy feliz, no tengo nada que perder, más que mi vida, pero mi vida la estoy perdiendo aquí...

lunes, 17 de diciembre de 2012

Disparates...

La joven estaba recostada contra un costado de la puerta del bar, personas salían y entraban, ella conocía a pocos, la saludaban y luego se iban, la puerta era amplía, negra y de metal oxidado, al otro lado de la puerta estaban conversando dos chicos.

El primero y más cercano a ella, tenía una contextura normal, tez trigueña, ojos oscuros, cabello no muy corto, castaño y un poco ondulado, ella imaginó que sería un chico muy del común, seguramente no sobresalía en lo que fuera que estudiara y su porte era el de alguien a quien probablemente la fiesta le agradaba bastante. El segundo, tenía el cabello negro un poco más largo y no tan ondulado, sus ojos eran negros, muy negros, tenían forma circular, lo que hacía que parecieran ser gigantes, su tez era blanca, sus rasgos eran suaves, tenía los labios secos y pálidos, se veía interesante.

Desde hacía ya unos cuantos meses ella visitaba ese bar todas las noches, era amiga del dueño y a partir de eso había conocido a muchas personas agradables que también pasaban por allí siempre, pero a ellos no los había visto, imaginó que siendo sábado estaban haciendo algo diferente.
Dejo de fijarse tanto en la apariencia de ellos e inconscientemente terminó escuchando su conversación.

-...¿No cree que sería chévere ir a otro lugar?, es decir, no planear, empacar, buscar algo fijo y luego irse, sino simplemente, hoy por ejemplo coger un par de cosas y tomar el primer bus que pase...-decía el segundo chico, quien hablaba con un aire soñador que llamó aún más la atención de la chica.
-Suena interesante, pero ir ¿a dónde? ¿Para qué? yo creo que bastante difícil ha sido lograr estabilizarse aquí como para querer ir a otro lugar- respondió el primer chico.
-Ahhh pero permanecer aquí, no lo entiendo, ¿por qué querría estar toda mi vida haciendo lo mismo? Hay que escapar. Escapar de esta horrible estabilidad, de esta paz, que no da más que guerra al corazón, que no le permite ser libre y volar, es más, hay que volar, volar muy alto. Pero la gente no puede entender eso... al menos yo quiero hacerlo...- el segundo chico se recostó en la pared y dirigió su mirada a la nada, ella lo observaba pensando en lo que él había dicho y sentía como si la cita sin hora ni fecha, fuera esa.

El primer chico ya había notado que ella permanecía observándolos fijamente y que además, estaba también escuchando con atención lo que hablaban.
- Para mí, todo esto es una locura y ¡tú estás loco!- volteó a mirarla y le dirigió la palabra- ¿o usted qué opina señorita?-.

Se sobresaltó y lo miró contestando aún un poco desubicada, se había dejado llevar por la calma que transmitía el joven soñador, quien también la observaba en ese momento -Yo diría - sus ojos se encontraron con los de él - que si algún día es más decidido ese sentimiento, si no se queda pensando en eso toda la vida, si le alcanza la valentía y tiene la fuerza suficiente para hacer de su vida una aventura, probablemente desastrosa, me llame, seguramente yo también escape, es más, si pudiera lo haría ahora mismo- les sonrió a ambos, luego les estiró el brazo derecho y se presentó. El primero se llamaba Carlos, el segundo Albert. Un escalofrío se escurrió por su cuerpo cuando él le dio la mano, era un escalofrío reconfortante.
-Entonces ¿usted está de acuerdo con huir como si algo estuviera persiguiéndonos?- Carlos hablaba con una voz muy cortés.
-"Como si algo"- respondió ella mientras con sus manos indicaba las comillas - es de verdad, nos está persiguiendo, la monotonía, la tristeza, la muerte está todo el tiempo detrás de nosotros, ¡le entregamos nuestra alma y la consume antes de buscar matar nuestro cuerpo! Tal vez si uno huye logra perderla de vista y encontrar vida, en vez de esta enterrándola cada día, yo creo que cuando sentimos la muerte más cerca de acabar con nuestro cuerpo, es cuando definitivamente tenemos la vida fluyendo por nuestras venas e irradia luz y energía todo nuestro ser. Entonces esta sería una manera de encontrar libertad y la libertad sin duda es maravillosa- concluyó y Carlos se encontraba sin palabras, mientras Albert estaba asombrado y definitivamente ella hacía que tuviera más deseos de ir.
-Entonces... ¿A dónde iremos?- Albert preguntó con una voz casual y viéndola con una mirada cautivadora y curiosa.
-Tal vez, sería bueno empezar a explorar el mundo por tierra, pero antes, ir al mar, nunca he podido ir a la playa, quiero atravesar océanos enteros- ella ya no los estaba observando, miraba a la nada, que estaba inmersa en el cielo y su voz, casi volaba con las palabras- armar un nuevo mapa del mundo, uno que nadie tenga, uno que sea como el mundo es para cada uno, quiero conocer lugares que nadie conozca, ver cosas que nadie haya visto y aunque esto suene egoísta, no quiero que nadie más las vea, para que nunca se conviertan en algo comercial y barato, como lo hace ser la sociedad- Albert la escuchaba y le parecía que en su pecho todo se estaba revolviendo, sentía alegría en el alma, alegría que ella le transmitía y quería seguir su juego de soñar y hasta pensaba con mucha ilusión que podrían intentarlo.

Carlos, era más realista, para el nada de eso tenía sentido, ¿donde quedaba el "ser alguien la vida"? ¿Qué harían con sus cosas? ¿Y ella? ¿Es que no tiene familia? ¿No estudia, no trabaja? ¿De qué vive? y ¿De qué vivirán? "Bueno, solo están soñando, nunca pasará...". Al menos Albert encontró a alguien tan loco como él, pensaba mientras ellos parecían enloquecer con la idea.
-Vale vale, ¡iremos al mar!, yo tampoco he ido nunca, pero quisiera, ¿Qué hay de las altas montañas? ¿Te gusta el frío? Porque a mí me encanta, me gustaría escalar muy alto y observar en la noche el mundo descansar, mientras bailamos. ¿Quisieras?
-Entonces cantaría la melodía de una canción mientras esperamos la dulce llegada del sol al amanecer ¿Tú crees que...- iba a continuar hablando, pero giró la cabeza con fuerza al notar a Carlos con los ojos clavados en ella con una expresión que daba a entender, los consideraba un par de incrédulos.
-¿Qué? - Carlos se sorprendió cuando ella le dijo esto, ciertamente no esperaba un reclamo - Ya sé que soy una soñadora, ¡pero es un buen inicio! los soñadores cambiaremos el mundo o al menos, lograremos cambiarnos a nosotros mismos - se le vinieron a la mente frases que había leído quien sabe donde hace poco - solo los perdedores creen en lo imposible, además, la vida se va en un instante, es lo único que tenemos y hay que volar, así sea con la mente-.
-Ustedes están locos- hizo una pausa y mirando primero a Albert y luego a la chica, dijo con aire de desinterés -¡Disparates!-.

domingo, 16 de diciembre de 2012

16 de Diciembre - 07:17 Pm Momento perfecto para huir.

¿Por qué si podemos hacer lo que queramos, no lo hacemos? ¿Por qué tanta cordura si no nos traerá nada bueno? Sino solo muerte en el alma y vacío en las ilusiones... Cuanto quisiera ser tan valiente como para ir tan tan lejos... tratar siquiera de buscar lo que tanto me hace falta aunque aún no se que es.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Cuando casi logro dormirme: Tus promesas utópicas.

Eres tan utópico, tanto me alegra tu promesa, pero tanta rabia me da que nunca será cierta, porque prometer algo como aquello si no quieres volar tan alto ni correr tan lejos, si estás dispuesto a dejarte consumir por el agujero negro de la rutina que sería capaz de matar hasta el cálido brillo de los sueños y la dulce luz de la esperanza, que trae tanta muerte en el alma y ni por ti querido perderé la vida, entonces has de seguir amando algo como esto si no estás dispuesto a arriesgarte, si tanto has vuelto a la fortaleza, tan lejano pareces para mi, que hasta mis sueños han cambiado de rumbo, que al parecer nuestro punto de encuentro se ha acabado..

Cuando no logro dormir.

Oye desconocido mio, no sé si lo has notado, ya no te dedico mis amaneceres, ni la brisa de la tarde fría, ni siquiera la luna llena, ya no cuento las estrellas enviándote mis sonrisas, ya no te escribo mis pensamientos, ya no deseo huir hacía ti..
Oye cariño mio, tampoco sé si has notado que mis palabras son cortantes, escasas y distantes, pues, querido mio, hasta hoy no lo había pensado, busca razones, yo no las encuentro, no sé si como otras veces estás en el aire y permaneces en mi inmóvil recuerdo en mi "no necesidad" de tenerte y volveré a quererte cuando escuche tu voz, como si tan solo ayer yo hubiese partido, o tal vez sea solamente que el amor ha recobrado la cordura para morir...

Libres.

Libres, libres son las nubes que vuelan tan lejos, 
que permanecen en el cielo, 
hechas de sentimientos de los niños que corren y juegan bajo la lluvia, 
del anciano que observa su melancolía,
de los adultos que nunca paran y corren sin acordarse de ellas,
libres son las nubes, cambian todo el tiempo, que son,
cada cosa que quieren ser, y al mismo tiempo
cada cosa que queramos que sean.

Como si esa fuese la vida, mientras camino.

Debía pensar en que quería hacer, algo simple, algo sencillo que yo deseara hacer justo en el momento, no antes, no después, en el presente.
Mientras pensaba empece a caminar y caminar, las personas iban a paso acelerado en sus agitadas vidas, los carros pasaban cada uno con un destino al que llegar, yo solo caminaba como siempre, sin saber a donde ir, pero sabiendo a donde llegar, ellos pasaban en pequeños grupos, iban conversando, algunos enojados y otros riendo a carcajadas, como si fuese invisible me escabullía entre tanta gente que no me observaba, ni de reojo. Me preocupó en algún momento que en la peligrosa ciudad nocturna pudiese pasarme algo, fue entonces cuando recordé noches en las que hace unos años andaba y andaba solo por el placer de observar todo lo que se movía tan lejos de mi casa, era entonces cuando no tenía miedo de nada y criticaba a las personas por esconderse de la noche, por temer a la acogedora niebla que solía solía escuchar mis canciones.
Tal vez era eso y solo eso lo que deseaba, caminar sin miedo por esas calles ruidosas pero silenciosas a mis oídos de paz, observar los arboles con ojos de curiosidad, con ojos de inocencia, ver las estrellas y admirar la luna, contemplar la gente y tratar de descifrar sus vidas, tarareando entre dientes canciones, sentir ese frío en mis brazos y dejar que el viento juegue con mi cabello, como si no hubiese nada más, como si esa fuese la vida, mientras yo solo camino.

Salir a mirar la noche.

Sería entonces una obsesión cada momento que pasa,
casualidades y casualidades que se cruzan conmigo cuando salgo a respirar la noche,
miradas y miradas que se ignoran como se ignora la luna,
y trato de entender quien podría estar esperando a esta loca viajera, compañera de las estrellas,
quien volaría tan lejos,
quien saltaría de las montañas como si no hubiese un mañana,
quien podría dejar de oír el ruido insoportable todo lo que rodea,
quien escucha conmigo la suave melodía del violín, el piano flotando en espacios de cada rutina,
como si hubiera una nada a la que correr,
para solo quedarse y respirar, una cabaña para este soñador sin rumbo,
un respiro para las asfixiantes caras cansadas de la gente,
la voz de un alguien cantando suavemente...
como si algo de eso existiese, como si no tuviese que dar la vuelta y volver a casa después de cada paseo nocturno...

Faltaba..

Aún cuando todos estaban allí me sentía sola, no entendía como era posible, no era como en otras ocasiones, no era un momento vacío y aún así... seguía sintiéndome así, tal vez simplemente aunque estaba con todos, seguía faltando yo....

lunes, 19 de noviembre de 2012

Poco tiempo

No me preguntes cómo, pero al menos para mi, basta una o dos semana para ver tan lejano y ajeno a mi, incluso a aquel al que le contaba cada detalle de mi vida. Como si hubiesen pasado años, como si hubiese dejado de importarme así no sea cierto, luego sus recuerdos se tornan borrosos, aparecen solo por partes en mi memoria como si hubiésemos estados borrachos, de lo que fuera, amor, amistad, felicidad tal vez, compañía, lo que fuera, que hacía que todo fuera como purpura, como rosa, como si tuviese sentido o tal vez lo tenía no?

Todo efímero

Pero, después, cuando estoy en silencio, todo parece ser una efímera sensación, deja de ser real el sentimiento, se convierte en vacío, un vacío que aún no puedo diferenciar del hambre, como niebla, un ambiente color a polvo, sin ser suficiente para ni una lagrima derramar, sin ser tan poco como para solamente ignorarlo, un vacío que no cura, un vacío que es constante desde hace ya años, largos años, pero ahora que caigo en cuenta, estos eran días lejanos, días que al parecer nunca llegarían y sin embargo, hoy los hemos alcanzado, o tal vez ellos a nosotros.

Y parece eterno, este tiempo que no pasa lento, parece eterno este sufrimiento, interrumpido por cortos momentos de alegría, que le dan color, matices azules y purpuras, dudo entonces de que puede ser más real, dudo entonces de estar despierta y me imagino durmiendo, apartada de lo verdadero, tratando de encontrarlo, tratando de huir hacía algo, algo de lo que no tengo ni la menor idea. LIBERTAD.

Callar...

Decidimos callar esas palabras de dolor que ambos expresamos pocas veces el uno al otro, sin embargo cuando lo recuerdo parece constante el sonido de su voz hundido en la desesperación de la rutina interminable, en la ausencia de mis brazos y mi amor, y yo, con mi inconsolable tristeza de ataduras, de gritos encerrados le hablaba lento, ambos tratando de evitar el sufrimiento del otro, aún así solo prolongándolo.

Pero.. decidimos callar esos sentimientos para detener esa situación que en realidad nos acompaña cuando la noche se hace fría y es inevitable acordarnos de la tenue luz del parque a media noche, de nuestras voces tristes alargando la despedida, de los abrazos casi secos que predecían una gran melancolía, y todavía alguien me pregunta porque quiero escapar, si no ven, que todo se arreglaría si fuese posible huir al vacío, si fuese posible huir al mismo vacío y ya no meditar sino estar solamente.

Tu aroma

Desvanecido el aire trae el recuerdo de tu sabor,
entra en mis pulmones como el aire oxigenado que de vez en cuando me asfixia,
pero que está aquí,
justo cuando ya no hay nada,
cuando los pasos no tienen sentido,
cuando el plan de huida ha perdido la razón,
cuando pretendo hacer lo que se debe,
cuando he perdido luz propia,
vuelve a mi,
el dulce sonido de tu saludo,
el aroma de tu presencia que hasta parece poder venir hasta mi,
y todo flota, es liviano el dolor de no sentir.

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La corriente se llevo lo que quisimos ser, pero en el lago del insomnio nos aguardan pacientemente los recuerdos al anochecer..

Dolor... que se conserva.

El dolor en tus palabras aún me hiere alma,
me hace temblar las manos,
logra romper la expresión de nada,
como encontrar un porque,
como hacer que se borre esto que sucedió,
quien será el culpable cuando las cosas solamente pasan,
dime porque buscar consuelo,
dime porque buscar refugio de todo esto,
como saber el justo instante en que se rompió nuestro cristal
explícame porque quiero huir,
cuanto quisiera hermano mio que tu volvieras,
cuanto quisiera no seguir perdonando tus golpes en las paredes,
cuanto quisiera que no dudaras de la vida,
cuanto quisiera que este techo fuera suficiente y no querer irme,
si tan solo pudiera cambiar los gritos por aquellas travesuras de niños,
si pudiera cambiar los golpes por esas risas en parque,
tu indiferencia por la sonrisa de "todo estará bien"
si tan solo pudiera cambiar este dolor por lo que fuimos...

domingo, 28 de octubre de 2012

Ser sin ti

Me tatuaré en el cuerpo la libertad, la paz, el silencio,
Me tatuaré en el cuerpo los sueños, el cielo, tus besos,
Huiré al vacío calmado, silencioso,
Soltaré tu mano y correré tan lejos...
Iré a las tierras movedizas, a las islas escondidas,
saltaré de las montañas, me esconderé de esta rutina,
Mi cabello será libre, mi voz será escuchada, mis pasos serán firmes,
Pero ni el más fuerte de los perfumes, ni todo el agua que pueda encontrar,
Podrá lavarme de ti y cuando el viento sople fuerte, te sentiré en mi vacío, te sentiré en el frío aunque otros brazos me estén abrazando...

De este arco iris


De la ilusión que no hace parte de nada,
que es y no es si no un fantasma hermoso,
algo borroso de matices oscuros con las luces de mi sonrisa,
de la ilusión que esta en la nada, que va flotando,
que va marcada en la garganta,
que va clavada en nuestras palabras,
de esa,
de esa ilusión que has creado con tus locuras,
esa que yo he alimentado con mis risas,
el arco iris que no hemos logrado borrar con tormentas
la ilusión tan llena y vacía,
de esa cariño,
no quedará nada, pero quedará todo.

viernes, 12 de octubre de 2012

Tu y la libertad.


Las canciones de desamor que no escuchamos ayer,
hoy parecen escritas especialmente para nosotros,
no quiero que seas mi ilusión, te quiero real, te quiero conmigo,
como el único que ha podido quererme realmente,
como el único al que he podido querer,
porque para ti deje de ser la rompecorazones
que pasó desapercibida por la vida de todos aquellos
que alguna vez se interesaron en mí,
pero si trato de enumerar cosas malas y buenas sobre nosotros,
siempre encuentro cosas terribles,
siempre me hiero viendo cuan malos hemos sido con nosotros mismos,
“con nuestra otra mitad”,
no logro entender como esto ha durado tanto tiempo,
no logro describir que es lo que tanto amo de ti,
pero tu aliento se pasa lentamente por mi cuello,
tus susurros en mi oído me seducen de nuevo,
y termino queriéndote una vez más.
¡Ay no! Viene ahora la cordura, con sus armas letales,
hace que mi vista deje de ser borrosa,
y entiendo tantas cosas sobre ti,
no quiero dejarte ir,
pero soy feliz, somos felices,
¿pero qué será de nosotros?
tu crees que puedes convencerme,
pero no es así,
debo dejarte para que tu encuentres tu familia,
y yo mi libertad.
Tu, cariño mío, eres parte de mi vacío,
uno que nunca podrás llenar,
pero eres el pedacito,
que evita que todo se venga al piso,
tu, cariño mío, no sé qué haré sin ti,
pero no sé qué haré contigo infeliz,
te prefiero como un desconocido feliz,
que se ha olvidado de esta ingrata,
y si así fuera, ¿qué sería de mi?
Todavía ni siquiera sé porque estoy preguntándome esto,
no sé porque estoy hiriéndome,
no sé porque mi valentía no me alcanza
para hablarte y contarte lo que siento,
pienso en que los días pasan rápido
y terminan convirtiéndose en años,
y ese momento pinta ser horrible,
la escena de una familia feliz,
y a lo lejos una chica observa consumida en llanto o desilusión,
se oculta, buscando no arruinar lo que tanto quiso que fuera…
No soy capaz de aceptarlo, pero siempre estuviste perdido para mí.

lunes, 8 de octubre de 2012

Una tentación.

Se me acelera el pulso,
puede notarlo, sonríe con confianza,
con aquella confianza de quien ha ganado la guerra contra mis peros,
trato de mantener mis ojos en los suyos mientras el trata de intimidarme,
ha logrado convencerme de que es mi tentación,
ha logrado hacer que dude de mi voluntad de esquivarlo,
se acerca cada vez más,
el juego pasa a un segundo plano, a ser no más que una excusa
cuando mi mirada trata de evitarlo,
sigue con sus preguntas,
y yo formulo las mías en silencio,
me pregunto si tal vez le es tan sencillo conquistar los labios de una chica,
me pregunto si tal vez estoy en desventaja..
o si es el quien tiene las de perder contra mi indiferencia,
aunque le haya funcionado, esta vez.

domingo, 7 de octubre de 2012

Voz perdida

Mientras gota a gota la lluvia cae,
es momento de intentar recordarte de nuevo,
esa canción justamente en el momento indicado,
esa canción que me recuerda de la enfermedad,
de la muerte que probablemente ya nos ha visitado,
aún sin yo saberlo,
si yo pudiese recordarte nunca morirías,
si tan solo tu voz no se confundiera entre tantas que han mencionado mi nombre,
o si las carcajadas de quienes me acompañan no pudieran opacar la tuya,
tal vez eso haría que el frío en el pecho no me presionara tan fuerte,
al saber que te has ido hasta de mi mente,
y que probablemente ya no volverás,
la vista se hace tan nublosa como tu recuerdo,
pero luego de un momento es tiempo de reaccionar,
para evitar desangrarme en lagrimas que vienen desde el pecho.

martes, 25 de septiembre de 2012

Espantos.


Espantos a blanco y negro,
espantos al rojo vivo,
espantos que me encantan,
de purpura y de luces blancas.

Espantos desgarrados,
que van gritando,
que son silencio y que son ruido,
espantos oscuros que cubren tristeza,
espantos que te atraviesan.

Espantos que tienen fuerza,
espantos que me observan,
espantos que cubren,
pero que destapan una parte de quien es,
espantos que entiendo, y que no entiendo al tiempo,
espantos que me permiten entenderlo,
espantos, su parte oscura.

Espantos que lo espantan,
espantos, sus amigos,
espantos enemigos,
espantos sin sonrisa,
con dientes de puntilla,
espantos irónicos,
que asustan y maravillan,
espantos que se esconden…
y lo esconden.

Gotas de agua


El silencio se mantiene,
mi mente también hace parte de ese ambiente,
el techo no es tan entretenido como siempre,
irrumpe la aburrida tranquilidad,
su golpe en el piso,
una tras otra,
me acompañan levemente,
me hacen recordar el porqué puedo oírlas tan claro,
la falta de algo que me entretenga para ignorarlas,
en la ventana, un color rojizo,
hace que una tarde de septiembre,
pretenda ser de agosto,
esta vez el otoño casi ha pasado inadvertido…
Ha llovido tan fuerte,
y ahora parece que nada hubiese pasado,
una especie de paz en el aire,
que aunque es agradable,
es profundamente detestable,
cerrar los ojos es inútil,
de todas maneras, es más sencillo y además mejor,
intentar calmar una tristeza o sacar a flote la felicidad,
pero ¿Qué hacer cuando las gotas de agua son lo único que importa?

Organizar.


Esa es la magia de organizar,
encontrarse con todas esas cosas perdidas,
leer cosas estúpidas,
encontrar eso que alguna vez fue un sueño,
y que ahora es una pérdida de tiempo,
entrar en melancolía,
una extraña melancolía,
de esas vacías, de esas sin dolor,
días pasaron desde que todo se abandonó,
pero ahora esos días son años,
pronto será décadas,
no bastará mucho para confirmarlo,
hay algo claro, no hay manera de que cometa esos errores de nuevo,
no hay manera de que alguien mate ilusiones,
porque ya están muertas,
 porque ya son parte de ese mundo real… realista,
oscuros pensamientos, sin luz propia,
oscuros pensamientos, que no encontraran luz,
oscuros pensamientos, diferentes a los astros que eran,
oscuros pensamientos, dignos de ser pronunciados, dignos de ser aclamados,
pero con todo esto, muertos, muertos siguen y muertos seguirán.
Agua, pintura, voz, luz y astros, lo que no tengo, ni tendré.

martes, 18 de septiembre de 2012

El lugar al que pertenezco


De tantas personas a las que he decepcionado,
por fin encuentro un motivo,
si tan solo ellos lo entendieran como yo,
si tan solo ellos no fueran cuadrados en sus cuadradas vidas,
si tan solo fueran abstractos podrían comprender
y ver las cosas desde este punto,
como si fueras a morir mañana,
como si ya no hubiera un futuro,
si tan solo pudieran verlo desde mi vista existencialista,
comprenderían que para mí lo que no deseo no tiene sentido,
tal vez verían que no es un capricho de toda la vida,
de nuevo a mi misma me justifico,
es que tal vez tenga razón y solo estoy buscando el lugar a donde pertenezco,
por eso me emociona la  idea de estar tan lejos de aquí,
de encontrar paz y silencio,
de alejarme de la rutina y lo seguro,
si tan solo entendieran que no hay nada que temer si haces lo que deseas,
que nada puede vencerte si crees en ti y lo que haces,
que en realidad sus papeles verdes no son tan necesarios como parecen
y que la única manera de ser libre es alejarse de esta sociedad.

Inmortalidad


Si alguien me pidiera definir este día en una sola palabra diría: Inmortalidad.
Por el cielo gris casi azul,
por el aire caliente casi frío,
por pasto húmedo que da la sensación de un ambiente tropical,
por esas tristezas que no siento ya,
por esa ilusión de llegar al lugar donde pertenezco,
por el sonido dulce del agua circulando en una fuente,
por  las gotas que caen fuertemente, por mi cabello mojado,
por la tormenta que hace ya un buen rato no venía,
por no sentir esas ganas de huir,
por los charcos en los que jugamos,
por el viento fuerte que trataba de llevar mis lisos con él,
por la melancolía que se olía,
por las risas y los gritos de los niños disfrutando de la tormenta,
por el sol de la madrugada,
y la esperanza que el aire traía consigo.
Si alguien me pidiera definir este día en una sola palabra diría: Inmortalidad.
Siendo ilógico,
que hoy no haya pasado nada importante
y que por ende no sea más que un día perfecto,
pero de efímeros recuerdos.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Odio.

Ahora odio tus palabras,
odio tu risa,
odio tus chistes,
odio tus despedidas,
odio tu tono compasivo,
odio esa voz con la que me hablas,
que tiene ese toque un tanto frío, un tanto vacío,
desinteresado, aburrido, perdido,
odio hablar con ese desconocido,
odio ser tu amiga,
odio no ser tu todo.

Pero aún así sigo amando todo de ti,
es imposible no hacerlo,
es imposible no recordarte,
es imposible no desearte,
es imposible no quererte conmigo,
es imposible no tratar de recuperarte,
para echar al vacío a ese desconocido en el que te has convertido.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Soy una bruja.


Soy una bruja,
una bruja que vuela sin escoba y sin sombrero,
en una cicla y con pocos agüeros.
Soy una bruja,
una bruja de uñas cortas y nariz pequeña.
Soy una bruja,
una bruja silenciosa y nocturna,
una bruja de pestañas cortas,
una bruja encantadora y peligrosa.
Soy una bruja,
de esas que hechizan,
una bruja muy callada,
una bruja que lleva e l cabello despeinado con el viento,
una bruja de ojos marrones y tristes,
una bruja de boca purpura
una bruja de lágrimas dolorosas,
una bruja de pupilas 
sonrientes.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Nuestro juego


Nosotros ya somos una ilusión…
pero jugamos a olvidar el futuro,
a disfrutar del presente,
yo juego a reírme de tus chistes,
tu juegas a amar mi risa,
yo juego contradecirte,
tu juegas a enojarte,
yo juego a enviarte besos agripados,
tu juegas a imaginarlos,
yo juego a cantar canciones de amor,
tu juegas a escuchar mi voz,
jugamos a ignorar lo que viene,
tu juegas a esperarme,
y yo… yo juego a quererte
más de lo que quisiera hacerlo.
Qué es malo, o qué es bueno…
que importa… sigamos jugando a que nada está definido.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Otra noche estrellada


La maldita sensación de no poder expresar nada, de estar atrapada, maldita sea! Hasta en mis versos estoy presa, maldita sea! He de buscar libertad con todas mis fuerzas.
Quiero decir mucho más que solo eso en una noche fría de cielo estrellado y sentimientos desoladores, de maquillaje corrido, de respiración agitada, de no encontrar las palabras, de frío en el pecho, de fuerzas para salir corriendo, quiero decir mucho más que eso y que las versos fluyan como el río, que el llanto sea espontáneo y el insomnio lejano. Pero estoy atrapada y no puedo. Pero la presión en mi pecho no quiere salir hoy.
Ojitos tristes - me preguntó - ¿Qué te pasa hoy?, ¿He de verte feliz algún día? ¿Quizá de pronto por medio del papel podré conocer tu sonrisa? ¿Qué hay de tus lágrimas? ¿Por qué solo puedo ver tu dolor? ¿Por qué esa incapacidad de transmitir lo que falta? ¿Seguirás huyendo siempre? ¿Me dirás quién eres? 

martes, 4 de septiembre de 2012

La luz del día.

Fue solo cuando perdí la calma que quise buscarla,
fue solo cuando el silencio se marcho que se acabó el amor,
los truenos sonaron y las luces se apagaron,
aún sin compañía los gritos invadían,
el viento se llevó lo que algún día quise yo,
y tratando de buscarlo me encontré en un lugar mejor,
sin rastros de lo que perdí,
el sol se asomó entre las nubes comprendiendo el frío de mi corazón,
calentó tan fuerte como pudo
y trayendo consigo la luz me arropó,
de momento ya no estaba huyendo,
y el cielo se oscureció,
el frío fue tan fuerte y tan confortador,
el viento fue el consuelo, el agua la comprensión y el sol la fuerza que me impulsó.
Y al anochecer se despidió de mí la naturaleza
y desde entonces prometí,
buscarla todos los días en la normalidad de mi rutina.

domingo, 2 de septiembre de 2012

El miedo en su mirada.

Caminaba lentamente esta mañana sin rumbo fijo y sin saber a donde ir para matar el tiempo, de repente me di cuenta de que la calle estaba casi sola y solo un joven alto, delgado, de tez pálida, poco cabello, piercings en su ceja, su labio y su oreja, de aspecto no muy confiable se me acercaba lenta y directamente, mire a mi al rededor y ya no había nadie cerca, tuve mucho miedo y trate de acelerar el paso para esquivarlo, entonces me hablo con una voz suave e insegura - Oye es que no soy de aquí y no tengo para el pasaje...- y sin poder comprender la situación aceleré mi paso un poco más y respondí rápidamente que no podía ayudarlo (y era cierto, pero en este momento hubiese preferido decirlo en otro tono, aunque no haya contestado de mala manera).
Cuando me encontraba a unos pasos del lugar, voltee a mirarlo y me encontré con su mirada, al contrario de lo que yo hubiese hecho en otra situación permanecí observándolo directamente a los ojos y fue solo en ese momento que pude comprender que su mirada aterradora que me había asustado no era más que miedo de ser rechazado.

viernes, 31 de agosto de 2012

Sueños ocacionales.


No sé lo que siento, o tal vez sí, pero me faltan palabras para poderlo definir, solo puedo decir que me duele… Me duele una vez más, ya no sé si me duele más o menos, he perdido esa noción, ya ni siquiera tengo lagrimas en mis mejillas, tengo una sonrisa confortadora y bella que no me ayuda en nada, pero la prefiero a mi rostro neutro, sé el porqué, ha regresado, regresa eventualmente, cuando oigo gritos, cuando “alguien” maldice todo esto, me hiere, quiero volver al lugar donde empezó todo, al lugar donde todo esto no eran restos de la “historia feliz”, al silencio, al calor, a los abrazos que ya no tengo, a las palabras consoladoras. A donde existía la posibilidad de llorar y no era necesario ocultar en hojas todo lo que no puedo gritar, ni llorar.
Pero entre mi insensible apariencia desde el fondo mi espíritu puede revelarme sus secretos en las noches cuando logro dormir y sueño “sueños”.
Parada en el pequeño borde de la ventana del último piso de un gran edificio, me recuesto de golpe, lloro como una pequeña niña, por fin grito tan fuerte como puedo mientras observo como el viento destruye parte por parte cada cosa de lo que era, observo a la muerte que me mira acercándose en forma de remolino gigante, antes de que pueda alcanzarme empiezo a desconocer el “aire” que me rodea y empiezo a asfixiarme… se acerca una voz susurrando palabras que no son solo palabras “no te odio, solo tenía rabia, perdón” dándole la razón a tantos que han intentado consolarme excusándolo todo con eso. 
El gran edificio se hunde y yo con él, pero es más rápido que yo y mientras solo puedo sentir el vacío se transforma la horrible ciudad y su destrucción en un lugar verde, lleno de vida y caigo en hojas gigantes y me deslizo al suelo acolchonado, simplemente algo maravilloso.

Otra de tantas veces.


Me encontré de nuevo bajo el agua fría que recorría mi cuerpo haciendo su mayor esfuerzo por acariciarme y hacerme sentir el calor del abrazo que no tendría una vez más, el metal fuerte a todo volumen intentaba calmarme, aquel que tantas veces intento callar los gritos y golpes que afuera se escuchaban, el único capaz de expresar mi dolor, el único capaz de comprender el desgarre de mi vacío, como puede el mundo sentir mi dolor… solo yo puedo sentirlo y lo prefiero físico, es un intento en vano por transformarlo, que sé yo, como a la energía? Y aunque mis uñas logran desgarrar un poco de piel, realmente ni siquiera duele, ni siquiera lo siento, ni un poco.
Perdida en pensamientos de recuerdos e historias metafóricas que siempre invento para mí, mis piernas y brazos empiezan a dormirse, el frío no es tan frío en realidad cuando calor no se interpone, retornan mis ganas de huir, aún así sigo anclada aquí.

jueves, 12 de julio de 2012

La inalcanzable luna.


Lo siento, he tratado de engañarme, he tratado de engañarte a ti también, ¿Sabes cual es la diferencia entre amar la compañía y amar a alguien?

Perdona, tu no lo mereces…  no puedes crear lagrimas en quien creó en ti las mejores sonrisas, pero una vez más lo hago… me encanta hablar contigo, me encanta tu risa, me encanta que me hagas reír, me encanta escucharte y que me escuches, me encantan tus dulces palabras, me encanta tu compañía… pero por naturaleza amamos a la luna… lejana, brillante y hermosa, imposible de alcanzar. Si estuviésemos en la luna contemplaríamos, amaríamos y desearíamos la tierra, sus colores, su naturaleza, su vida, ella habría sido diosa en una lejana época, la tierra sería la confidente de muchos en las tristes, frías y solitarias noches, los poemas en vez de estar dedicados a la luna estarían dedicados a la tierra, más vivimos en la tierra y por ello la ignoramos. Si yo pudiese alcanzarla, me sentiría vacía, me sentiría perdida, no sabría que hacer, ella dejaría de ser para mí lo que es. 

Por naturaleza amamos la luna, por naturaleza amamos lo “inalcanzable”…

La gente que lee poco suele vivir en lo incierto, en lo que parece ser la tierra firme, suele estar intoxicada con las mentiras oficiales de la sociedad, con los pensamientos comunes, con la incapacidad de conocerse. Intoxicados con el único pensamiento que les han introducido toda la vida, suelen ser conformistas y llamar “vida” al simple hecho que respirar… 

Viven como cebollas, con capas y capas de desagradables palabras sin sentido, falsas. Intentan conocer el mundo aún sin conocerse a sí mismos, creyendo creer, creyendo sentir y criticando a todo aquel que piensa diferente.
Tu más que muchos otros me entiendes, tú sabes mi gran gusto por la literatura y lo mucho que ella logra influenciar en mí. Leyendo y leyendo tantas cosas del género “realista” (al que me dedico últimamente), del que busco y busco más libros que puedan golpearme y hacerme reaccionar, que puedan quitarme las capas de piel muerta y palabras falsas, he descubierto que si quiero a alguien más allá de solo palabras falsas, un tanto más allá de querer su compañía… alguien a quien no puedo querer, alguien que no puede quererme, alguien como la luna…
Eres como la tierra y cuando te pierda voy a sentirme vacía y triste, voy a extrañarte y tal vez llegue a arrepentirme, pero no es justo, no es justo contigo, tú que has tratado de curar mis heridas, de calmar mi llanto, de comprenderme, y yo… solamente voy a herirte, esta es la razón por la cual “queremos como amigos” a los chicos.

Dedicado a: mí querido “Ñaaaaa”.

Todo lo que no te diré, todo lo que no sabrás…

miércoles, 11 de julio de 2012

Borroso...


Regresa ese maldito dolor que me consume, pierdo la conciencia de todo lo que está pasando, solo puedo oír los gritos y risas, no alcanzo a asociar sus pensamientos, no puedo moverme, no puedo abrir mis ojos, no puedo pensar en nada más que dolor, que tristeza, que decepción de mi, de mi cuerpo.
Cuando por fin reacciono la clase parece estar normal, no sé cuánto tiempo ha pasado, lo único que quiero es huir, me levanto y camino hacia la puerta, avanzo por el pasillo mientras todo sigue estando borroso a mi alrededor, trato de guiarme por mis recuerdos lejanos del lugar, logro llegar al baño y apoyo mis codos en el tocador poniendo mi cabeza entre ellos, lloro y todo vuelve de nuevo, siento el dolor, no puedo respirar, pareciera que inhalara un gas helado y extraño, me asfixio, no puedo moverme, en cualquier momento mis piernas dejaran de sostenerse e inevitablemente caeré al piso, que está mojado con jabón y suciedad, escucho las voces del salón de al lado y las guitarras a lo lejos, justo en ese instante caeré, no podré sostenerme más y la mentira, y la farsa por pretender estar bien llegará a su fin, pero justo allí recobro conciencia y me sostengo, levanto mi vista al espejo con una sensación de alivio, veo mis ojos hundidos, mi cara pálida, siento una profundas ganas de vomitar, pero no pasa nada, voy atrás y me recuesto contra la pared, cierro los ojos, pretendo sentirme mejor, pero eso no ocurre, me mojo la cara, los brazos y las manos, vuelvo al pasillo.
En este momento todo se resume en cosas que dan vueltas a mi alrededor, sin poder identificar el camino, trato de ir hacia adelante y tropiezo con la pared, me recuesto nuevamente, ¿Cómo podría liberarme de esta tortura que viene a mi cada cierto tiempo y me destroza?
Regreso a mi silla y las miradas de todos se vuelven hacia mí, ahora lo comprendo, como los estúpidos e insensibles que se pueden encontrar aquí, pensaban que dormía mientras me retorcía, sin poder abrir los ojos, sin poder comprenderlos.
Al sentarme todo sigue dando vueltas y cuando por fin se calma, el mundo se siente tan lejano, oigo mi nombre ser pronunciado por la profesora a lo lejos, como una voz borrosa y poco comprensible salvo algunas palabras, muchas voces se unen hablando a destiempo, formando una asquerosa melodía de murmullos… sigo escribiendo por inercia, estoy perdiendo el sentido.
Luego de un gran rato allí sentada mirando a la nada, dan la orden de salida, tomo mis cosas y camino rápidamente a la salida, cruzo la zona donde están todos los buses y cuando me encuentro sola en el gran prado, comienzo a correr tan rápido como puedo, tengo que escapar de ese maldito mundo de esos infelices que se burlan de mi dolor, de mi tristeza.
Mientras corro a duras penas puedo distinguir el camino por el cambio de colores en el piso y por mis recuerdos de las tantas veces que he pasado por allí, corro… y corro tan rápido sin sentir alivio, todo cambia de forma drástica, por un momento no sé donde estoy, por un momento siento caer al piso…
Abro mis ojos, distingo la hierba que me rodea, si, perdí el conocimiento, pero es como si no lo hubiera hecho, nadie estaba allí. Observo el reloj y la hora del almuerzo ya ha terminado, me levanto con el estomago vacío y regreso de vuelta al colegio…  

¿Será esto amor u obsesión?


Tal como en el libro he conocido a “desquiciados” aunque yo los llamaría de otra manera, creo que estos son un prototipo de hombre que me encanta, aquellos que escriben como yo, de su soledad, sobre el odio profundo que pueden llegar a almacenar en sí mismos y de repente estallar, ese tipo de hombre que es sarcástico y realista, aquel que dicen parecerle “aventurezcos” mis sueños – que son visionarios, llenos de pasión que sale a flote cada vez que hablo del futuro positivo – pero aún así le encanta oírme contar todo aquello, aquel que es extremadamente loco a veces, pero extremadamente pesimista a veces, aquel que odia con todo su ser, pero cuando ama…ama también con todo lo que puede ofrecer, aquel que podría hacer mucho daño, pero lo haría a su manera.
Ese que es un poco más que realidad, ese que solamente necesita algo para ser feliz (aparte de lo necesario) AMOR, compañía. Aquel que saborea el sabor de la sangre, que enfrenta la muerte con una fría y cruel pero a la vez deseable manera de hablar y actuar. Aquel al que mi sonrisa encandelilla y lo ciega del mundo y su horrible verdad.
Ese que es capaz de ver la miseria de su ser – que en realidad todos guardamos en rincones apartados – y aún así seguir siendo engreído y seguro. Aquel que simplemente no necesita esforzarse para ser diferente, que no vive ocultando sus defectos, que se abre hacía mí sin censuras y me muestra la crueldad de su ser, que me cuenta de sus deseos y además admite incluirme en ellos. Me produce miedo… miedo de lo desconocido.
Que sin un gran esfuerzo podría llenarme y yo a él.
Es seco y ardiente en cada una de sus palabras. Soy la única persona que puede comprender su locura, me lo confesó una de las tantas noches que nos desvelamos hablando y así es, lo entiendo, lo escucho y trato de enloquecerme como él, pero él no puede entenderme, no sigue mis locuras de huída y aunque intenta consolarme cuando lloro desconsoladamente jamás lo logra. Sé que es una de las cosas que más odia que haga, noto que se desestabiliza e intenta decirme de manera sutil lo patético que es (y yo siempre lo ignoro), aún así no deja de atraerme su crueldad incluso cuando la usa contra mí.
Dormir a su lado es extraño, aunque ninguno se atreva a acercarse por miedo a desatar la pasión que en realidad ya fue desatada. Me habla de cuanto extraña mis caricias, mi cabeza en su pecho y mis dedos golpeando suavemente sus manos al ritmo de su corazón agitado por mi cercanía, mis ojos y mi forma coqueta de hablarle, el dice que aunque las chicas no podamos notarlo, eso los enloquece, tanto como yo a él.
Reprocha mis caprichos y rara vez los complace, hace cosas para hacerme enojar y yo hago cosas para desafiarlo, nos enojamos y callamos ambos, camino muy lento y arrastrando los pies, el camina a mi lado imitando no esperarme, me mira y me dice con voz seca - No te entiendo, te pregunté que querías de mi y no respondiste, te limitaste a cambiar el tema - y vuelve su mirada al lejano y oscuro horizonte.
Entonces me detengo y lo miro a los ojos – Tal vez simplemente no lo sé, pero tampoco quiero saberlo, soy feliz así, no me gusta delimitar lo que solo el tiempo puede definir.
Guarda silencio… como si me comprendiera. – Es que… es extraño andar contigo, hace mucho tiempo que no hablaba con alguien como tú – dice tratando de parecer sincero.
- Tú y tu rotundo no, no importa lo que diga siempre intentas contradecirme, siempre dices “no” y no importa lo que haga no logro cambiarlo.
Dejo de mirarlo con un gesto brusco, pero no acelero mi paso y el sigue allí sin saber que decir, en ese instante un beso hubiese valido más que todas la palabras del mundo…
El es como el fuego, yo soy como el agua, nos hacemos daño, pero juntos… el universo parece ser nuestro, el universo que hemos inventado, donde solo nosotros dos podemos estar, que solo nosotros podemos comprender, un montón de palabras sin sentido (al parecer) con las que conversamos siempre y que nadie más podría entender.
Ama mi extravagante risa, mis carcajadas, mi sentido del humor con todo lo que dice, mi sonrisa lo hipnotiza, puedo notarlo, le encanta cuando me río de sus chistes y en el aire queda una sensación rara cuando no logro entenderlos.
Cuando yo estoy activa el está cansado, cuando yo estoy serena el está activo, cuando me abraza… el mundo se desvanece, me pierdo en sus musculosos brazos que me protegen de todo lo que se acerca.
Compartimos el gusto por la astronomía, observo la luna tratando de enfocarla con mi inexperiencia, el tiempo se escapa y  aunque mi camisa tenga mangas cortas, no puedo sentir el intenso frío de la montaña, mientras lo tengo a él el pecho deja de dolerme, dejo ahogarme y asfixiarme con ese extraño gas “aire” que a veces parezco desconocer, oigo su respiración cerca, siento el suave calor que emite su cuerpo aún sin tocarme, un débil aire caliente llega a mi cuello, me pongo nerviosa y las manos empiezan a temblarme, aunque por la oscuridad de la noche el no puede notarlo, deseo poder besarlo, deseo poder tenerlo, pero esquivo cada una de sus leves señales.
Otra de las pocas cosas en las que coincidimos, es el amor por la lectura y la escritura, nuestra inmensa soledad nos condujo a los mejores caminos, a leer a para conocer, para “socializar” y a escribir para expresarnos ya que no lo hacemos con nadie más, solíamos escribirnos poemas, pero hemos perdido tanta comunicación que ya no lo hacemos, el es mi mejor amigo, es mi complemento, con el puedo ser quien no soy con las demás personas, quien no me atrevo a ser en la sociedad, pero a su vez, con el no puedo ser quien soy con la sociedad, es extraño… él es tal cual conmigo, me cuenta sus secretos y locuras, soy su única compañía, su única confidente, la única voz melodiosa que solía darle las buenas noches y desearle que soñara con caramelo…  fue luego de estar lejos fue que pude comprender porque odia tanto que llore en sus brazos, esa noche le pregunte como estaba, y respondió lejanamente – bien..-
- ¿Bien? ¿Estás bien bien  o… bien solamente? ¿Estás feliz?
y después de darme sus largos motivos por los cuales estaba “bien” y por los cuales no podía estar “bien bien” dijo con una voz temblorosa y suave – Hablar contigo me da paz… me hace olvidar de los días de tantos problemas… cuando hablo contigo y luego me duermo, sueño cosas bonitas, pero a veces cuando no te tengo, me duermo pidiendole Dios no amanecer vivo…”
Y me quede callada, a punto de romper en llanto, sin poder hacer nada, sin poder abrazarlo, sin poder consolarlo, viendo como se derrumbaba y yo no podía hacer nada, me sentí fría y triste, sin consuelo, vacía… derrumbada.
Lo único que nos hace parecidos es la soledad en la cual vivimos, la ausencia de calor en el pecho…
Mientras yo soy positiva, el negativo, mientras el escucha un tipo de música yo lo detesto y viceversa, mientras él se conforma, yo me rebelo, mientras él es violento, yo soy calmada, mientras yo amo algo, el lo odia… mientras yo río y sueño y lloro desconsoladamente, el guarda sus lagrimas, el se llena del odio que nunca podré sentir porque para mí nunca nadie podrá merecerlo, no creo en nada, ni en Dios… el parece si hacerlo (como muchas de las personas actuales, que creen tener esa necesidad… que creen creer en algo, cuando solamente repiten las frases que dijo alguien algún día amenazando con una “pistola” a un pobre indígena que tuvo que pasar esto a la siguiente generación..)
El se decepcionó cuando hable sobre mi teoría del “amor” de ese sentimiento aparentemente vacío, que yo solo conocía por mis padres… fríos, secos, realistas, dos personas que aman su compañía pero que jamás podrán amarse de verdad, ni amarme a mí, ni a mi hermano, solamente pueden sentir la necesidad de tenerse cerca, de tener compañía y nada más, que aunque sé que el amor existe…no puedo sentirlo, mientras yo soy seca en mis sentimientos, el… el odia y ama de verdad… dos cosas que aparentemente mi “corazón” no me permite hacer y que envidio profundamente…
Pero si puedo desear sus labios, sus abrazos, su calor, su mirada, su risa, su respiración en mi cuello, sus susurros en mi oído, las caricias que nunca me ha dado, la seguridad de estar cerca de él…
Tengo miedo… miedo de él, huyo de él y a la vez lo busco, el me hace dudar de mi teoría, me hace pensar que tal vez lo amo… aunque sea un poco y aunque eso a mi parecer suene completamente patético, sé que nunca llegaremos a ser más que amigos, no es lo que busco, no soy lo que busca, como el amor imposible, que es el más deseado, a sí tiene que ser, como la hermosa luna que es tan atractiva porque nunca podremos alcanzarla, y el día que la alcancemos dejará de ser hermosa y valiosa… algo formalizado solo nos destruiría a ambos, como dicen por ahí “no somos el uno para el otro”, vivimos en mundos diferentes, el uno hundiría a otro, nos destruiríamos mutuamente…
Si pudiera entender ¿es esto el supuesto amor? ¿Aquel en el que no creo?

martes, 26 de junio de 2012

La brisa helada

Un acontecimiento, que se convierte en costumbre,
Una costumbre, que se convierte en hábito....
Un habito que mata, un habito que enfría, 
Las nubes al atardecer, que se hunden en melancolía
y su llanto se oye en la brisa de la noche,
un susurro frio y filoso q atraviesa un frágil corazón.

Una noche más y horas interminables,
Así pasan los días 
de refugio en la rutina
Una noche más de insomnio
y pensamientos inagotables
añorando la riqueza de lo que fue algún día.

La soledad que persigue
con su veneno inevitable
consumiendo la esperanzacon sus ojos de crueldad 
siembra dudasy hace preguntas
llenando de temor
por acontecimientos.

Tratar de gritar,
Sin unos oídos que puedan escuchar,
Tratar de llorar,
Sin un corazón que pueda sentir dolor,
Encerrado estar,
Sin una salida encontrar.

Haber perdido la calma,
A cambio de oro y plata.
Y en la sombra encontrarse,
a el llanto aferrarse,
un llanto que acompaña,
cada larga madrugada…

Caminar, correr, soñar, avanzar,
y en el mismo lugar estar…
Escuchar, atender, hablar,
Sin nadie que pueda escuchar…
En la infinita soledad estar…

El helado silencio,
Congela los dientes,
Su aliento adormece,
y sus espinas apuñalan.

(Para el anterior poema mi gran amigo: Elkin Manche me compartió sus pensamientos y sentimientos)