domingo, 30 de diciembre de 2012

Liberarme de ti.

Sabes, anoche no tenía ganas de nada, mientras estaba sentada aquí tomando un café espeso y oscuro, de esos que tu sabes, tanto odio, escuchaba música, que parecía tener un objetivo distinto en mí, me dolía todo, las ilusiones, el alma, el cuerpo, los ojos, el amor, el mundo... No quería estar aquí, pero entre mis opciones esta era la mejor, pero si hubiese sido por mí, hubiese corrido al parque que tanto me gusta, a... no sé, estar en silencio, a estar sin ti, pero tampoco soporté ver todo como si no hubiese nada que yo quisiera y fui a dormir.
Sabes, hace mucho tiempo no tenía un sueño tan reparador, tardé 2 o 3 horas en conciliar el sueño, hacía demasiado bochorno, pero demasiado frío.
Sabes, no esperaba, no quería que fuera así, pero dolió y habían lagrimas que solo salían, como si nada pudiese repararlo, más tenía seguro, es el fin. ¿Sabes por qué?  Porque no somos como esas parejas que terminan y vuelven, que hacen como si no pasara nada, porque eso es una cosas que más absurdas me parecen del amor  y porque además! no somos ni siquiera una pareja...
Me quedé dormida entre tantos pensamientos, desperté temprano, lo suficiente para ver el reflejo del sol asomándose, solo abrí mis ojos y entendí que había amanecido, permanecí allí sin hacer nada, ya no me dolían los ojos y el mundo no estaba desmoronándose como pensé que sería, me sentí liviana, tal vez y solo tal vez, tenías razón, necesitábamos liberarnos del otro... Observé el amanecer, me prepare para salir, todo como si no pasara nada, me vestí con colores alegres y use mi pañoleta azul, caminé por la calle cantando entre dientes algunas canciones, llevaba tus libros metidos en tu bolso, los llevaba colgando en mi mano y cada paso que daba me dolía tan fuerte.... Después de enviarlos, comí un helado y seguí caminando, aún más liviana, pensé que no había manera de sentirme mejor y empecé a caminar hacía atrás.
Sabes, no me lo esperaba, pero me sentí mejor, parecía que caminar de espaldas me curaba las heridas, que nada importaba, me pregunto si todas las personas hacen cosas como esta, solo actúan extraño porque les duele todo o si actúan como todos cuando se sienten mal, no lo entiendo, pero nadie tampoco a mi, las personas me observaban y me excusaba pensando en ti...
En la noche me peiné con trenzas, dormí estupendamente, cariño... desconocido, me duele decir esto, pero gracias, me siento mejor sin ti... aunque todo duele, tal vez, esta sería otra de las cosas que no entenderías de mi, fue una aventura estupenda y te quise como a nadie en el mundo, pero nada es eterno y siempre lo supe. Adiós.

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