viernes, 30 de octubre de 2015

Eternidad.

La primera vez que nos encontramos, fue en aquel libro, en mi despiste, me tomó de la mano, se adentró en mi alma y estrujó todo lo que encontró. 
Esa, un poco innombrable, un poco indecible, te mira a los ojos y nunca regresas, te enamora perdidamente y para siempre, y desde entonces has de buscarla en las tenebrosas tormentas nocturnas, en los conciertos de truenos, a media noche cuando las almas se tornan calladas, en la cima de la montaña y en los abismos más profundos, en los ojos de los amantes cuando la pasión ha invadido sus cuerpos. 
Ella, imponente y fantástica, la miras a los ojos, y jamás dejarás de mirarla, te consumirá lentamente y luego avivará el fuego, robarás su alma y se amarán peligrosamente. 
Y cuando todo se encuentre en silencio, sus tinieblas habrán invadido tu pecho, habrán destrozado las palabras, en suelo, aún convaleciente, aún agonizante, no podrás odiarle, no podrás dejarle.

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De vez en cuando, a veces, casi siempre.. Se posa en sus ojos la mirada aterradora de quien conoce y entiende la realidad, una constante nostalgia y un callado murmullo de protesta. Y escuchando la historia de un mundo de injusticia, su alma se retuerce y le ruega al narrador que no sea la misma de la cual ya sabe el final.

Si nos ahogamos.

Hacer las cosas bien en la vida adulta es muy poco práctico.
El desarrollo personal es lo que menos importa en la sociedad.
El sistema no se trata de eso.
A ver si no nos ahogamos en él.
Si salimos triunfadores el sistema nunca tendrá mi alma, mi libertad.
Si salimos perdedores el sistema nunca tendrá mi alma, primero la muerte.

Soy sueño.

Tragame, devorame, destrozame, mundo de los increíbles sueños, vives en mí, en ti yo vivo. Llévame, déjame ser, uno de los tuyos, en las aterradoras historias, consumeme, ámame, muero en sus brazos y al amanecer revivo. Muéstrame y libérame de los miedos, seamos uno solo, mi mundo real y tu mundo, de magia y fantasía.

Noches largas.

Poco entiendo de la vida. Suficientes lujos y suficientes ataduras como para saber que el dinero es poco en realidad. Las preguntas básicas de la filosofía me han atrapado desde hace mucho. No puedo escapar de ellas ahora. Sé cómo lo responden o lo responderían otras personas. Las veo y su vida parece tener sentido, la mía no, las cosas adquieren y pierden importancia con facilidad. Soy tan volátil, quiero desvanecerme y fundirme con el viento, no siento pertenecer aquí. El amor parece tanto y tan poco, lo he visto desaparecer y nacer con tanta facilidad, que no creo en la eternidad, soy pequeña, pequeña como una hormiga que abandona su nicho y nadie puede notarlo. Las palabras son tan poco, pero a veces pareciera que no hay nada más en mí. Teresa solía mirar el abismo y sentirse atrapada por el vértigo, enamorada de la profundidad, según decía Kundera, yo solía ser Teresa, pero hoy, no hay nada y es por ello que no duermo. Quizá mis pesadillas no son miedos, sino deseos.

Soy inmóvil.

Estoy inmóvil,
soy inmóvil,
hay muchos pasos,
se agitan, presos de la desesperación.


El viento sopla fuerte,
las copas de los árboles
se mueven,
se estremecen,
soy inmóvil,
soy un árbol,
calmado,
las hojas en mi pecho
se mueven,
se estremecen,
me estremecen.

Estoy inmóvil,
soy inmóvil,
los haces de luz penetran la niebla,
las nubes,
que se desvanecen,
que se deshacen,
se rasgan, como algodón,
soy inmóvil,
soy niebla,
mi cuerpo se deshace,
mi alma se desgarra,
me deshago.

Fragmento de pensamientos en sueños.

Y ahora que estoy aquí, la belleza se adentra en mi alma como dagas afiladas, quiero desvanecer, quiero no regresar nunca, me desvanezco, soy aire, soy agua, soy solo partículas difuminadas que se esparcen en el aire, y ahora que estoy aquí, comprendo, como se siente la eternidad.

Había..

Había una vez un alma muy cuidadosa, en estrellas guardaba sus recuerdos y en burbujas sus amores eternos. Con delicadeza los observaba , con delicadeza se introducía en ellos, miraba sus ojos, miraba las ilusiones y estas se iban desvaneciendo. Aun así latían cálidamente en si pecho y la socorrían cuando el mundo no valía nada. Las burbujas han dicho adiós, los amores eternos no siempre piensan igual. Una parte del cielo se ha apagado, solo queda lo que siempre hubo, silencio. 
Había una vez un alma.... Había.

Relatos de madrugada.

Me gusta ver la calle,
vacía, deshabitada,
silenciosa y misteriosa,
cada paso hace eco,
cada suspiro se oye a lo lejos,
las mentes de los habitantes se hallan sumergidas en sueños,
solo hay un alma,
se acerca sin consuelo,
le persiguen los perros,
ni se inmuta ante ellos,
no hay manera de descifrar su silencio,
descifrar su lenta y calmada mirada,
no puedo descubrir su alma,
la noche lo cubre, lo cuida,
yo lo espío en silencio,
sus pies descalzos,
su equipaje constante,
su alma solitaria, vagabunda,
camina ante mí,
como un misterio.

El mundo está vacío.

Las ideas se han ido a otro lado. No hay tristeza, no hay alegría. Pienso en los libros, las historias que están escritas, las que han vivido en mí, las que yo misma he narrado, las que no he leído aún, que me esperan, apilonadas en mi biblioteca, ya no puedo imaginarlas, ya no puedo sentirlas. Pienso en las canciones ¿Qué pueden revelarme ellas? ¿Hay algo nuevo que cantar? Todas las notas parecen demasiado altas ahora. Me acuerdo de las risas, puedo recordarlas, una risas bellas, carcajadas, reíamos a carcajadas y me sentía feliz, ¿De qué nos reímos? ¿Qué era tan gracioso? No puedo imaginar cosas graciosas ahora, no lo comprendo. Y los gritos, ¡sí que solíamos gritar y gritar! ¿Por qué gritábamos tanto? Parece absurdo desde aquí, pero podría gritarle de nuevo, de hecho, las cosas se han vuelto absurdas. Pienso en los viajes, el mundo está vacío, no hay nadie allí afuera, no hay nadie aquí adentro, nada me espera, nada espero. Y recuerdo también, lloraba y me desvelaba, que podía ser tan intenso, tan terrible, ya nada parece terrible, ya nada parece ser bueno. El mundo está vacío, mi cuerpo está vacío, no hay nadie aquí adentro, no sé a donde he ido, no sé si quiero que alguien me rescate como solía querer antes, no sé si quiero quedarme, las ideas se han ido a otro lado, conmigo y sin mí.