jueves, 31 de mayo de 2018

Infiernos azules

El cielo azul de medio día se manchó de sangre. La luna llena en una noche despejada se manchó de sangre:

En día de insoportable calor, bajo el cielo azul de medio día ellos estaban ahí. El hombre de uniforme camuflado y pañoleta roja empujó al primero al medio, disparó. Y luego al siguiente y luego al siguiente... y el cielo azul de medio día, sin nubes en la época seca, se convirtió en un infierno que no termina nunca.

En una noche despejada, los pasos apresurados guiaban su camino solo con la luz de la luna llena. Una noche agitada y fría, huyendo, aventajandose al enemigo. Todos al piso, todos corriendo, sin tiempo de mirar al cielo, que importan ya las estrellas y constelaciones y el cometa que esa noche atraviesa el cielo, que importa.

¿A mí me importan? Miro al cielo, no hay esperanza.

jueves, 17 de mayo de 2018

Los muertos que bajan por el río.

Recuerdo la quebrada. A la que no volveremos. La que nos robaron. El sonido del agua disolvía todas las preguntas. La vida era sin mas, nada mas importaba. Era feliz ahí.

Esta es una burbuja. La luz se refleja en su superficie y maravillados no miramos lo que hay afuera. O a veces necesitamos no poder verlo.

El agua de los ríos de María Isabel Espinosa es distinta al agua que baja por la quebrada y sonido lo es también. Cuando el agua baja por el río Cauca de mi mente, no hay calma, es feroz y fuerte y golpea y te estruja el alma y resulta que el río está lleno de lágrimas y resulta que el río está lleno de súplicas. ¡Para, detente por favor! ¡Por favor! ¡Por favor! Y cada uno que baja es un hijo, cada uno que baja necesita una madre adoptiva, mientras la propia es en sí misma un caudal, un grito de desesperación cada noche. Y si podemos pensar que las familias adoptivas de los cuerpos que bajan por el río son un triste consuelo. Es inaudito pensar que exista un hijo adoptivo que sea suficiente para una familia que ha perdido al suyo.

Puedo acaso preguntar si de verdad, si de verdad, si están seguros seguros de que no es un mal sueño de una mujer con gran imaginación, puedo suplicar, que por favor, que por favor, que por favor, que por favor, ella nos confiese que así ha sido. Y lo prometo, ¡Que la disculpamos! ¡Que la perdonamos! ¡Que inmediatamente nos olvidaremos de todo el dolor que nos ha causado con su ocurrencia! ¡Lo prometo! ¡Lo prometo! ¡Lo prometo! Que no le reprocharíamos ni una palabra, ¡Lo prometo! ¡De verdad! De verdad..... De verdad.... De verdad..... De verdad..... De verdad..... Ojalá...

domingo, 6 de mayo de 2018

Navajas.

Lo encontré. Era una navaja que tenía escondida a mi lado en la cama. Luego de las pesadillas me abrazaba y acariciaba mi cabello, me escondía en su abrazo y sus besos, mis uñas desgarraban la piel y él tenía cremas y paciencia para curarla. Sus ojos compasivos me veían en los gritos. Testigo del desespero, tenía sentido. Los gritos, los gritos, las amenazas, la muerte y el llanto.

Lo busco, lo busco, la vida es distinta sin él. ¿Quién es el que busco? Nadie realmente, cualquiera, un específico cualquiera. Otra navaja que me mire entre las lágrimas, que acaricie mi cabeza en las noches amargas.

viernes, 4 de mayo de 2018

Efecto post-película.

Efecto post-película.
Contraefecto de la hipersensibilidad arraigada en mí.
Resultado: corte de cabello.

¿Qué significa? Deseo de hacer las cosas que no se han hecho, deseo de sentir las cosas que te mueven, impotencia, eso no va a pasar hoy.

Eso me hace acordar la época hace tanto en la creé el blog. Escribí la historia de un chico que no existe y que aparecía mágicamente. El chico de los sueños, el que espero, el que en esa época recorría las calles en su bicicleta deseando ir un día mas lejos... trazar la frontera entre siempre y jamás. ¿Lo hizo? Claro, es en uno de esos días en que nos encontraremos, ¿no es muy triste? ¿No podría ser en otro? Pues confío y no confío en que sea mas valiente que yo... ¿y lo será? Disparates. Odiosa palabra. ¿Hay otra?

¿Por qué uno busca a otro? Cristian sabía la respuesta. No me olvido de su expresión. Se giró repentinamente y me miró a los ojos con esa expresión, sopresa, la sorpresa mas bella que he visto alguna vez. -¿No lo sabes?. No hubo respuesta, con un gesto de duda permanecí mirandolo, encantada. No. No lo sabía. ¿Lo sé ahora? Creo que sí. Gran revelación. Gran avance.

Podría ser y porque no, que la vida se tratara de eso. Sonreir a unos ojos que observan. Observar una boca que sonrie. Podría ser. Quisiera que fuera. Así la busqueda se transforma en una sola. ¿Podría ser acaso ese el amor? Entonces se aprende a amar de muchas formas, ¿podría ser? Y si sí, podría justificar entonces el tanto andar y recorrer de los ojos en otros ojos, podría justificar entonces el tanto andar y recorrer de los ojos en las bocas que sonrien, que me sonrien, amor entonces, ¿así es amor? Efímero como las sonrisas efímeras de una dulce mirada todos los días en el comedor, efímero como la palabra "guapa" en los labios de un chico encantador, efímero como las canciones efímeras en el pasillo junto al arbol y los oídos que atentos escuchan... efímero como un abrazo cálido que se siente corto aunque pasen nosétantos minutos, como una conversación de risas, efímero como una conversación de besos, de caricias, de silencio y suspiros, efímero como el instante en que se miran las flores rojas, junto al río, un abrazo y se sabe que se guardará en la memoria como un recuerdo irreal, como un beso en puente sobre el río y el cielo rojo del atardecer, como las nubes que pasan sobre dos almas abrazadas en prado ¿así es el amor entonces? Quisiera, me gustaría creerlo. Quizá ya lo creo.