viernes, 4 de mayo de 2018

Efecto post-película.

Efecto post-película.
Contraefecto de la hipersensibilidad arraigada en mí.
Resultado: corte de cabello.

¿Qué significa? Deseo de hacer las cosas que no se han hecho, deseo de sentir las cosas que te mueven, impotencia, eso no va a pasar hoy.

Eso me hace acordar la época hace tanto en la creé el blog. Escribí la historia de un chico que no existe y que aparecía mágicamente. El chico de los sueños, el que espero, el que en esa época recorría las calles en su bicicleta deseando ir un día mas lejos... trazar la frontera entre siempre y jamás. ¿Lo hizo? Claro, es en uno de esos días en que nos encontraremos, ¿no es muy triste? ¿No podría ser en otro? Pues confío y no confío en que sea mas valiente que yo... ¿y lo será? Disparates. Odiosa palabra. ¿Hay otra?

¿Por qué uno busca a otro? Cristian sabía la respuesta. No me olvido de su expresión. Se giró repentinamente y me miró a los ojos con esa expresión, sopresa, la sorpresa mas bella que he visto alguna vez. -¿No lo sabes?. No hubo respuesta, con un gesto de duda permanecí mirandolo, encantada. No. No lo sabía. ¿Lo sé ahora? Creo que sí. Gran revelación. Gran avance.

Podría ser y porque no, que la vida se tratara de eso. Sonreir a unos ojos que observan. Observar una boca que sonrie. Podría ser. Quisiera que fuera. Así la busqueda se transforma en una sola. ¿Podría ser acaso ese el amor? Entonces se aprende a amar de muchas formas, ¿podría ser? Y si sí, podría justificar entonces el tanto andar y recorrer de los ojos en otros ojos, podría justificar entonces el tanto andar y recorrer de los ojos en las bocas que sonrien, que me sonrien, amor entonces, ¿así es amor? Efímero como las sonrisas efímeras de una dulce mirada todos los días en el comedor, efímero como la palabra "guapa" en los labios de un chico encantador, efímero como las canciones efímeras en el pasillo junto al arbol y los oídos que atentos escuchan... efímero como un abrazo cálido que se siente corto aunque pasen nosétantos minutos, como una conversación de risas, efímero como una conversación de besos, de caricias, de silencio y suspiros, efímero como el instante en que se miran las flores rojas, junto al río, un abrazo y se sabe que se guardará en la memoria como un recuerdo irreal, como un beso en puente sobre el río y el cielo rojo del atardecer, como las nubes que pasan sobre dos almas abrazadas en prado ¿así es el amor entonces? Quisiera, me gustaría creerlo. Quizá ya lo creo.

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