martes, 4 de septiembre de 2012

La luz del día.

Fue solo cuando perdí la calma que quise buscarla,
fue solo cuando el silencio se marcho que se acabó el amor,
los truenos sonaron y las luces se apagaron,
aún sin compañía los gritos invadían,
el viento se llevó lo que algún día quise yo,
y tratando de buscarlo me encontré en un lugar mejor,
sin rastros de lo que perdí,
el sol se asomó entre las nubes comprendiendo el frío de mi corazón,
calentó tan fuerte como pudo
y trayendo consigo la luz me arropó,
de momento ya no estaba huyendo,
y el cielo se oscureció,
el frío fue tan fuerte y tan confortador,
el viento fue el consuelo, el agua la comprensión y el sol la fuerza que me impulsó.
Y al anochecer se despidió de mí la naturaleza
y desde entonces prometí,
buscarla todos los días en la normalidad de mi rutina.

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