Me encontré de nuevo bajo el agua fría que recorría mi
cuerpo haciendo su mayor esfuerzo por acariciarme y hacerme sentir el calor del
abrazo que no tendría una vez más, el metal fuerte a todo volumen intentaba
calmarme, aquel que tantas veces intento callar los gritos y golpes que afuera
se escuchaban, el único capaz de expresar mi dolor, el único capaz de
comprender el desgarre de mi vacío, como puede el mundo sentir mi dolor… solo
yo puedo sentirlo y lo prefiero físico, es un intento en vano por transformarlo,
que sé yo, como a la energía? Y aunque mis uñas logran desgarrar un poco de
piel, realmente ni siquiera duele, ni siquiera lo siento, ni un poco.
Perdida en pensamientos de recuerdos e historias metafóricas que siempre
invento para mí, mis piernas y brazos empiezan a dormirse, el frío no es tan
frío en realidad cuando calor no se interpone, retornan mis ganas de huir, aún
así sigo anclada aquí.
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