lunes, 28 de enero de 2019

Un nuevo secreto

Escribir lo que es, sin decir lo que es. Es lo que hacemos con los secretos.

Fue un corto momento. Una mezcla de nerviosismo, certeza y desconfianza, un roce momentaneo con el frío, un sobresalto disimulado y silencioso y una evasión de la mirada. Pero la sensación que se queda, como el sabor del café en el paladar, es suave y duradera. Aunque no es, por supuesto, ácida y dulce como el café, sino amarga, tal vez como un café con un mal proceso. Yo diría que va más allá de un mal sabor, fue como un veneno lento. Se queda adentro y te va destruyendo poco a poco, se suma a los otros parecidos venenos y va recorriendo el cuerpo, confundido con la sangre que circula, de forma tan natural....
Me va diciendo, me va exponiendo, y le voy entendiendo que no es el primero, ni el último. Que se sumarán a ellos muchos otros y que la cosa, a penas si empieza. Que habrán más escritos como este y más silencios como aquel, que lo recordaré en los momentos dulces e intensos, que estará asechandome en las soledades nocturnas y que cuando menos lo piense, me hará sobresaltarme de nuevo.

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